Escritura Silábica
En el siguiente artículo exploraremos a fondo la Escritura Silábica, un fascinante tipo de sistema de escritura que difiere de la tradicional escritura alfabética. Descubriremos qué es exactamente la Escritura Silábica y cómo difiere en su enfoque, representando no los sonidos individuales, sino las sílabas completas de una lengua. Exploraremos su origen y evolución a lo largo de la historia, adentrándonos en los primeros sistemas que surgieron en el antiguo Oriente Medio, como el cuneiforme sumerio y el lineal A y B de Creta y Micenas.
¿Qué es la Escritura Silábica?
La escritura silábica es un tipo de escritura que representa las sílabas de una lengua mediante signos gráficos. A diferencia de la escritura alfabética, que representa los sonidos individuales de las palabras, la escritura silábica agrupa los sonidos en unidades mayores. Esto tiene ventajas y desventajas, ya que puede facilitar la lectura pero también puede generar ambigüedad o dificultad para representar algunos sonidos.
Breve historia de la escritura silábica: origen y evolución
La escritura silábica se originó como una adaptación relativamente natural o intuitiva del lenguaje hablado a una estructura silábica. Las primeras escrituras se organizaron en torno a la sílaba, ya que es la forma natural de emitir el sonido en el lenguaje. De hecho, todavía es habitual que en la actualidad a los niños se les enseñe a leer de forma silábica (pa-pe-pi-po-pu).
Los primeros sistemas de escritura silábica surgieron en el antiguo Oriente Medio, como el cuneiforme sumerio o el lineal A y B de Creta y Micenas. Estos sistemas se basaban en representar cada sílaba con un signo diferente, sin tener en cuenta la relación entre los sonidos consonánticos y vocálicos. Por ejemplo, el signo para "ka" no tenía ninguna similitud gráfica con el signo para "ki" o el signo para "a".
Sin embargo, algunos sistemas silábicos evolucionaron hacia formas más sistemáticas y sintéticas, en las que se reflejaba la variación de las vocales dentro de una misma consonante. Así, por ejemplo, el signo para "ka" podía modificarse para indicar "ke", "ki", "ko" o "ku". Este tipo de sistemas se denominan silabarios moraicos o abugidas, y se encuentran en lenguas como el japonés o el etíope.
La evolución de la escritura silábica ha seguido diferentes caminos según las características de cada lengua y cultura. Algunas escrituras silábicas se han mantenido sin cambios durante siglos, como el japonés, que combina dos sistemas silábicos (hiragana y katakana) con uno logográfico (kanji).
Otras escrituras silábicas se han transformado en escrituras alfabéticas, como el griego, que derivó del lineal B y adoptó signos para representar sonidos individuales. Otras escrituras silábicas se han extinguido o se han sustituido por otras, como el cuneiforme, que desapareció con la caída de las civilizaciones mesopotámicas, o el maya, que fue reemplazado por el alfabeto latino tras la conquista española.
Ejemplos de Escrituras Silábicas
Actualmente, hay varias lenguas que utilizan sistemas de escritura silábica, ya sea de forma pura o combinada con otros sistemas. Algunos ejemplos son:
- El japonés: esta lengua utiliza dos silabarios moraicos (una mora es un concepto lingüístico parecido a la sílaba) llamados hiragana y katakana, que representan las mismas sílabas pero con formas diferentes. El hiragana se usa para escribir palabras nativas del japonés, mientras que el katakana se usa para escribir palabras extranjeras o nombres propios. Además, el japonés también utiliza los kanji, que son caracteres ideográficos tomados del chino.
- El cheroqui: esta lengua nativa de América del Norte utiliza un silabario inventado por Sequoyah en el siglo XIX. El silabario cheroqui consta de 85 signos que representan las sílabas de la lengua. Algunos signos se basan en letras del alfabeto latino o griego, pero otros son originales.
- El vai: esta lengua africana hablada en Liberia y Sierra Leona utiliza un silabario propio creado a principios del siglo XIX. El silabario vai tiene unos 200 signos que representan las distintas sílabas de la lengua. Se cree que su origen está inspirado en los sistemas de escritura árabe o mende.
- El griego micénico: esta lengua extinta hablada en la antigua Grecia utilizaba un sistema de escritura llamado lineal B, que era una adaptación del lineal A de Creta. El lineal B era un silabario que representaba unas 80 sílabas distintas con signos lineales. Además, también tenía algunos signos ideográficos para indicar objetos o cantidades.