Historia del Bolígrafo
El bolígrafo es un instrumento de escritura que tiene, como su nombre indica, una bola en su punta. Su funcionamiento se basa en que al girar dicha esfera cuando se arrastra por la superficie de escritura, deja un trazo de tinta que proviene del depósito del bolígrafo (llamado cartucho). La bola de la punta puede ser de diferentes diámetros que afectarán directamente en el grosor del trazo. Hoy en día es el instrumento de escritura más difundido y ha cambiado literalmente la forma de escribir de manera global.
El bolígrafo, llamado de forma casual boli, recibe también un sin fin de nombres según el país de habla hispana: esferográfica, birome, lapicero, lapicerito, lapicera, lápiz tinta o pluma atómica, son algunas de sus denominaciones más conocidas.
A continuación, podrás ver tres guías que hemos creado para elegir los mejores:
bolígrafos roller, bolígrafos borrables y bolis de colores de punta fina y bolígrafos Parker de lujo
Quién Inventó el Bolígrafo
Tratando de inventar un bolígrafo que pudiese escribir en cuero, un curtidor llamado John J. Loud inventó el primer bolígrafo y lo patentó en 1888 en Estados Unidos. Este bolígrafo tenía una bola de acero que se colocaba de manera que no podía desprenderse ni desplazarse, pero que aún así podía girar libremente. Esta invención no era comercialmente viable y no podía ser utilizada para escribir. A causa de eso, la patente caducó con el tiempo.
Evolución del Boli
Después de eso, muchos trataron de mejorar el diseño pero no eran capaces de que la tinta saliera de manera uniforme o de evitar que rebosara y atascase la punta. Si bien se conoce Loud como el primer “ideador” del bolígrafo no fue el primer creador real de un modelo usable. Por ello, el que es considerado como el verdadero inventor del bolígrafo es László Bíró.
A principios del siglo XX, Bíró, editor de un periódico húngaro, intentó hacer un bolígrafo que se secara rápidamente y sin manchas. Se dio cuenta de que la tinta utilizada en la impresión de periódicos se secaba rápidamente, así que él y su hermano György, que era químico, empezaron a experimentar con un bolígrafo completamente funcional.
Combinaron tinta viscosa y un mecanismo de engarce para la bola que permitía hacer un bolígrafo que no dejarse que la tinta se secara en su interior, pero que aún así, dejaría un trazo cuando se usase. El primer bolígrafo real se presentó en la Feria Internacional de Budapest en 1931. Solicitaron patentes en Francia y Gran Bretaña en 1938.
En 1941 los hermanos Bíró y un amigo suyo, Juan Jorge Meyne (eran de origen judío), huyeron a Argentina y abrieron allí Bíró Pens de Argentina, una empresa que fabricaba bolígrafos y los vendía en Argentina como "Birome" (palabra que sigue usándose hoy en día en el país). Este bolígrafo fue autorizado y fabricado en Gran Bretaña como "Biro" para las tripulaciones de la RAF (Fuerza Aérea Británica) que lo utilizaban a grandes alturas (las plumas estilográficas solían perder tinta cuando se utilizaban a demasiada altitud).
Después de la Segunda Guerra Mundial, otros intentaron vender sus bolígrafos con dispar éxito. Milton Reynolds vio un bolígrafo cuando estaba en un viaje de negocios a Buenos Aires en 1945 y cuando regresó a América, lo rediseñó para poder obtener una patente estadounidense. Su bolígrafo, fabricado en la Reynolds International Pen Company y llamado "Reynolds Rocket"(el cohete de Reynolds), fue el primer bolígrafo de éxito comercial. Se promocionó con un anuncio que declaraba que no necesitará rellenarse durante 15 años.
Los grandes almacenes Gimbels de la ciudad de Nueva York vendieron algunos miles de bolígrafos en una semana. Eversharp Co, fabricante de portaminas, también fabricó su propio bolígrafo y comenzó a venderlo. Gran Bretaña vio su primer bolígrafo de éxito comercial en el mismo año hecho por Miles Martin Pen Company. El mercado pronto se saturó y la compañía de Reynolds se disolvió a principios de la década de 1950.
Al mismo tiempo, Paper Mate comenzó a fabricar y distribuir sus propios bolígrafos en Canadá cambiando a sus nuevas fórmulas de tinta. Además, Parker Pens lanzó The Jotter, que utilizaba bola texturizada de carburo de tungsteno en su punta y era más barata, lo que resultó en la venta de varios millones de bolígrafos en su primer año. Los bolígrafos empezaron a apoderarse del mundo, sin embargo, aquel fue un mal momento para Eversharp Co., cuya división de plumas fue vendida a Parker Pens y más tarde cerrada.
Los años 50 fueron también la época en la que Marcel Bich (que más tarde abreviaría su nombre a Bic para su famosa firma) licenció el bolígrafo de Bíró y comenzó a fabricar sus bolígrafos de acuerdo con el diseño de Bíró. Sus bolígrafos son ahora reconocidos en todo el mundo y es la marca más vendida.
Partes de un Bolígrafo
A continuación hablaremos de las distintas partes o elementos que componen un bolígrafo común con mecanismo de clic. Lo único que diferenciaría de un bolígrafo simple (como podría ser un BIC), es que cuando no hay pulsador, el boli suele contar con un capuchón para evitar que la punta se dañe.
- Punta o cono: Comúnmente conocida como la punta del boli, el cono es una pieza de metal o plástico que mantiene la punta del cartucho de tinta en posición cuando el cartucho se saca para escribir.
- Repuesto de tinta o cartucho: Ya sea bolígrafo, gel, roller o híbrido, recargable o de un solo uso, la tinta se almacena en el cartucho. Cuando el cartucho se extiende, el bolígrafo está listo para escribir.
- Barril o caña: El barril del bolígrafo alberga las partes internas del bolígrafo. El cartucho, si lo hay, y la punta que está en el extremo de la caña.
- Muelle: Mantiene el cartucho retraído hasta que necesite usarse.
- Pulsador o mecanismo de clic: Esta pequeña maravilla de la ingeniería mecánica controla si el cartucho se extiende o se retrae. Es el responsable de extraer y retraer el cartucho. Su característico clic se produce cuando su mecanismo de leva se encaja en el siguiente diente.
- Clip: El clip es una solapa o pestaña larga situada en la caña (en los modelos sin pulsador se sitúa en el capuchón) que se usa para colgar o fijar el bolígrafo. En su origen esta parte fue pensada para colocar el boli en el bolsillo de la camisa.
Materiales de un Bolígrafo
La bola de la punta puede ser de latón, acero o carburo de tungsteno en su forma más común. El mango, llamado caña, suele estar fabricado de plástico y en ciertas ocasiones de distintas aleaciones de metal.
Los materiales del bolígrafo influyen directamente en su trazo así como en su uso. Los mejores materiales crean instrumentos más duraderos e impiden los típicos accidentes de atasco de la bola o las pérdidas de tinta. Existen bolígrafos recargables y aquellos con mecanismo de apertura que permite mantener la punta oculta para evitar posibles roturas. Este mecanismo puede ser de botón, rosca o tapa.
Cada año se fabrican más de 38.000 millones de unidades sólo en China. Cada segundo que pasa, se venden 300 en todo el mundo, eso lo convierte en una preocupación medioambiental. Afortunadamente existen marcas que tienen a la venta modelos más ecológicos o incluso biodegradables.
Cuándo Llegó a España el Primer Bolígrafo
Si bien es probable que algún bolígrafo llegase antes a España desde Argentina, los primeros fabricados en territorio nacional fueron en 1946, tan sólo 3 años después de que Bíró Pens fuese fundada en el país meridional.
Amadeo Árboles, un empresario de Barcelona, adquiere la empresa Estilográfica Nacional en 1944. Dos años más tarde, comenzó a fabricar las primeras plumas atómicas o plumas de bola (como eran llamadas por aquel entonces) y patentó el nombre de “bolígrafo”, que finalmente acabarían por adoptar el resto de posteriores fabricantes, y que la propia RAE tomó como nombre para su designación más común.