Historia del Papiro
La historia del papel se remonta a cerca de los inicios de la historia de la humanidad, cuando la transferencia de conocimientos de una generación a otra exigía la creación de algún tipo de medio de almacenamiento que pudiera crearse fácilmente, manipularse con sencillez y que se conservara durante mucho tiempo sin deteriorarse.
Qué es el Papiro
El papiro es un soporte de escritura similar al papel de origen egipcio. Se hace a partir de capas de fibras obtenidas de la planta de papiro (Cyperus papyrus) de la que recibe su nombre.
Al ser abundantes en las regiones de la Sudán meridional y del delta del río Nilo egipcio, las civilizaciones que vivían en esa zona lograron desarrollar su capacidad de salvaguardar y transmitir información, arte y religión con la creación de papel de papiro.
Origen del Papiro
Los historiadores modernos coinciden en que el papiro tiene su origen en el período del cuarto milenio a.C., en el que fue muy utilizado por los egipcios. Dedicaron grandes esfuerzos a la creación de rollos de papiro de alta calidad, que se utilizaban no sólo para escribir, sino también como material para construir cestas, sandalias, esteras, colchones, barcos e incluso cuerdas.
Su gran versatilidad permitió que el cultivo y la manufactura de la planta de papiro continuase a lo largo de milenios, logrando sobrevivir incluso cuando llegaron por primera vez técnicas avanzadas de fabricación de papel a todo Egipto y los territorios circundantes.
Esta competencia llegaría en forma de pergamino (piel de animal que se preparaba para que pudiera ser utilizada fácilmente para escribir y crear documentos, libros, códices, manuscritos y notas) y más tarde de vitela (papel hecho de piel de becerro que se empleó ampliamente en la Europa medieval antes de la llegada del verdadero papel chino).
El primer ejemplo conocido de documentos de papiro data de hace 4.500 años (un hallazgo arqueológico encontrado en 2012 en un yacimiento del antiguo puerto egipcio de Wadi al-Jarf). Uno de los motivos que hizo posible la gran popularidad del papiro en Egipto no fue sólo su capacidad para ser utilizado en la escritura y sus otros usos, sino también porque el papiro únicamente puede conservarse de forma correcta en ambientes secos.
La humedad causa verdaderos estragos en la estructura del papel de papiro, lo que lo convierte en un material poco fiable, ya que sólo los trozos de papiro de mayor calidad pueden sobrevivir más tiempo en un entorno húmedo. Incluso con tales desventajas, el papiro se empleó durante mucho tiempo en la antigua Grecia, Roma y la Europa medieval (los decretos papales tradicionales se publicaron en papiro hasta el siglo XI).
La desaparición de los papiros de Europa, África y Asia recibió el golpe final con la llegada del papel árabe (creado originalmente en China). A mediados del siglo XVIII, casi todos los ejemplares de cualquier papiro antiguo o medieval desaparecieron de Europa.
Sin embargo, después de ese período, los arqueólogos comenzaron a encontrar copias de papiros egipcios de miles de años de antigüedad que habían sobrevivido milagrosamente, y desde entonces algunas formas de papiro han continuado produciéndose por todo el mundo. Es más, si estás interesado, hoy mismo puedes comprar una versión moderna de este interesante papel.
Planta de Papiro
Papiro hace referencia, tanto al material de escritura de la antigüedad como a la planta de la que deriva, la Cyperus papyrus (familia Cyperaceae), también llamada planta de papel. La planta de papiro se cultivó durante mucho tiempo en la región del delta del Nilo en Egipto. Se recogía por su tallo, cuya médula central se cortaba en tiras finas, se prensaba y se secaba para formar una superficie de escritura lisa y fina.
El papiro es una planta acuática parecida a la hierba que tiene tallos leñosos, de forma triangular y crece hasta los 4,6 m de altura en aguas tranquilas de hasta 90 cm de profundidad. El tallo triangular puede crecer hasta un ancho de 6 cm. La planta de papiro se emplea a menudo en la actualidad como planta ornamental de piscinas en zonas cálidas o en invernaderos. El papiro enano (C. isocladus, también conocido como C. papyrus 'Nanus'), de hasta 60 cm de altura, a veces se cultiva en macetas y en interiores.
Uso del Papiro
Los antiguos egipcios utilizaban el tallo de la planta de papiro para hacer velas, telas, esteras, cuerdas y, sobre todo, papel. El papel hecho de papiro era el principal material de escritura en el antiguo Egipto, fue adoptado por los griegos y se utilizó ampliamente en el Imperio Romano. Se empleaba no sólo para la producción de libros (en forma de rollo o pergamino) sino también para la correspondencia y los documentos legales. Plinio el Viejo dio cuenta en sus escritos de la fabricación de papel a partir de papiro.
El papiro fue cultivado y utilizado como material de escritura por los árabes de Egipto hasta la época en que la creciente fabricación de papel a partir de otras fibras vegetales en los siglos VIII y IX hizo su uso innecesario. En el siglo III, el papiro ya había empezado a ser sustituido en Europa por el pergamino, que es menos costoso, pero el uso del papiro para libros y documentos continuó siendo utilizado de forma esporádica hasta aproximadamente el siglo XII.
La cara del papiro con las tiras dispuestas en horizontal era el anverso, y era la que se utilizaba para escribir. La cara con las tiras en vertical era el reverso y era raro usarla para escribir. En ciertas ocasiones, al ser un material caro, se usaban ambas caras, o en caso de que el escrito ya existente no fuese importante, se optaba por borrarlo para volver a usarlo.
Era habitual unir con pasta 20 páginas de papiro para formar un rollo de de cuatro metros y medio. Cada uno de esos 20 pliegos era cortado a un tamaño aproximado de 47 cm de ancho por 22 de alto. Los papiros más largos de los que se tienen constancia son el “El Gran Papiro de Harris” (casi 45 metros), el “Libro de los Muertos” (40 metros) y el “Papiro de Ani”, con casi 26 metros de longitud.
Cómo se Hace el Papiro
El papiro se obtiene de las capas fibrosas que hay dentro del tallo de la planta. Antes de extraerlas, se dejaban en remojo durante 1 o 2 semanas. El tiempo de remojo afectaba al color, cuanto más tiempo el resultado era más marrón.
Para crear un papiro, se disponía cierta cantidad de estas tiras longitudinales una al lado de la otra formando por una capa sobre la que se colocaba otra de igual forma pero girada 90 grados con respecto a las fibras de la capa inferior. Las dos capas formaban una lámina, que luego se humedecía y se prensaba.
Al secarse, la savia pegajosa de la planta actuaba como un adhesivo que permitía que las capas permaneciesen juntas. La lámina era finalmente amartillada y secada al sol. El papel resultante era de color blanco puro y si estaba bien hecho, no tenía manchas ni otros defectos.
Tipos de Papiro
Existían ocho clases de papiro organizadas según su calidad:
- Emporíticos: destinados a ser usado como papel de envolver.
- Taeneóticos: de baja calidad.
- Saíticos: reciclados a partir de restos sobrantes.
- Anfiteátricos: de calidad media.
- Fanianos: buena calidad.
- Livios: alta calidad.
- Augusticos: muy alta calidad.
- Hieráticos o regios: aquellos con la más fina calidad que eran empleados sólo para textos sagrados.