Historia de la Pluma Estilográfica

Anuncio en color de una pluma estilográfica en una vieja revista

También recibe el nombre de estilográfica o simplemente pluma, y es llamada en ciertas ocasiones de forma controvertida como pluma fuente (por su asociación con su denominación en inglés: fountain pen).

Los principales defectos de las plumas de tintero es que deben sumergirse constantemente en tinta para poder escribir o dibujar y, debido a ello, pueden manchar muy fácilmente la superficie sobre la que escriben. La pluma estilográfica es la primera solución para estos problemas. Tiene un depósito en su interior que contiene tinta líquida con base de agua para una escritura más duradera. Esta tinta pasa a través de una acanaladura hasta a la punta bajo la influencia de la gravedad y la acción capilar.


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Origen de la Estilográfica

La primera mención de una pluma con depósito de tinta es del año 973. Ma'ād al-Mu'izz, el califa del Magreb, región del noroeste de África, pidió una pluma que le mantuviera las manos limpias mientras la usaba y que fuese menos aparatosa y más segura que las plumas tradicionales. Su deseo se cumplió con una pluma que contenía tinta en su interior y que podía sostenerse al revés sin derramarse, pero no sabemos exactamente cómo funcionaba ni el aspecto de dicha pluma.

La siguiente mención de una pluma con depósito interno viene del siglo XVII cuando el inventor alemán Daniel Schwenter inventó un instrumento de escritura hecho a partir de dos plumas. Una pluma se colocaba dentro de la otra; sostenía la tinta y se cerraba con un corcho. La tinta salía del depósito a través de un pequeño agujero que conducía a un plumín.

Varios modelos de plumas estilográficas

Samuel Pepys, administrador naval inglés, mencionó en sus escritos una pluma de metal "que contiene tinta" en 1663, mientras que el historiador de Maryland, Hester Dorsey Richardson, también escribió sobre las plumas estilográficas que existían en el siglo XVII. En el siglo XIX, las plumas habituales fueron mejoradas por la producción en masa de plumines de acero baratos que también influyeron en el surgimiento de las plumas estilográficas.


Quién Inventó la Pluma Estilográfica

El 25 de mayo de 1827, el inventor rumano Petrache Poenaru recibió la patente del gobierno francés de una pluma que usaba una gran pluma de cisne como contenedor de tinta. En Estados Unidos, en 1848, Azel Storrs Lyman obtuvo la patente de una pluma fuente con "método de suministro de tinta a las plumas desde un depósito en el mango".

Estas no fueron las únicas patentes relacionadas con las plumas estilográficas de aquella época, ya que estas plumas necesitaron de tres innovaciones para hacerse populares: el plumín dorado con punta de iridio, depósito de caucho duro y tinta de flujo libre (las primeras estilográficas no tenían en cuenta el papel que la presión atmosférica desempeñaba en su funcionamiento).

La primera pluma estilográfica con todos estos elementos se fabricó en 1850. Duncan MacKinnon y Alonzo T. Cross inventaron en 1870 una variante de la estilográfica que utilizaba un alambre en un tubo como válvula para la tinta. Todos estas estilográficas se rellenaban con un cuentagotas. Las primeras estilográficas autorrellenables se inventaron a principios del siglo XX. Eran plumas de media luna (que tenían un saco de caucho y un pulsador exterior con forma de media luna que lo presionaba) y plumas de relleno por torsión.

Sin embargo, la primera pluma fuente con las características que conocemos hoy en día no fue inventada hasta 1884 por el estadounidense Lewis Waterman. Gracias a su sistema de acción capilar logró reducir en gran medida las fugas de tinta y consiguió un flujo hacia la punta fluido, autónomo y constante.

Todas estas primeras estilográficas tenían la característica de tener fugas, por lo que algunos fabricantes intentaron resolver este problema. Algunas variantes tenían una punta retráctil que cerraba el depósito de tinta. Otras tenían capuchones enroscados con tapones internos que envolvían la punta para sellarla. Nuevas mejoras llegaron después, las plumas empezaron a fabricarse de celuloide en lugar de caucho duro, los mecanismos de llenado se hacían con pistones y palancas, y aparecieron las plumas estilográficas de tinta sólida.

Actualmente, después de que los bolígrafos se convirtieran en una variante barata y más fácil de usar, las plumas estilográficas se han transformado en un símbolo de estatus o carácter.

Partes de una Estilográfica

Las principales partes de una estilográfica son: cuerpo, cargador, plumín y capuchón. Pasaremos a hacer un recorrido por cada una de estas partes para entender como se unen para formar una pluma.

Partes y componentes de una pluma estilográfica

El barril o cuerpo central, es el mango por donde se sujeta el instrumento. Su superficie suele ser empleada para la decoración con grabados, dibujos y texturas y puede estar hecha de distintos materiales como madera, plata, bronce, etc. La zona de agarre es la parte anterior al plumín y donde se colocan los dedos para sujetarla. En la parte trasera del cuerpo suelen estar los mecanismos de alimentación y carga.

El plumín es la punta metálica de la estilográfica. Es el extremo que permite que escribamos y que canaliza la tinta por capilaridad para verter correctamente la tinta sobre el papel. Aunque habitualmente está fabricada en acero, hay versiones de lujo hechas de oro. En cualquier caso el metal debe ser inoxidable ya que las tintas están basadas en agua y eso podría oxidarla y deteriorarla.

Al ser la parte más importante de la pluma conviene detenernos en describir las distintas partes que la componen:

  • La punta, también llamada iridium (antiguamente esta parte estaba hecha de iridio), es la pequeña zona que estará en contacto con el papel.
  • El canal o hendidura, se encarga de canalizar la tinta para que llegue hasta la punta.
  • El respiradero, permite intercambiar aire por tinta para liberar presión en el depósito. Es el agujero central inmediatamente anterior a la hendidura.
  • El alimentador, está en la parte posterior del plumín. Su superficie es ondulada para cumplir con la función de canalizar la tinta y evitar un posible derrame.

El capuchón cumple la función principal de proteger al plumín. Además evita que el aire llegue al cartucho de tinta secando su contenido.

El cargador almacena la tinta y se halla en el interior del cuerpo. Como ya comentamos al principio, hay gran cantidad de formas de rellenarlo, cartuchos intercambiables, succión de tinta mediante pistón o émbolo, recarga directa mediante pipeta o jeringa…

Cómo Cargar una Estilográfica

La pluma estilográfica se puede cargar de tinta de diferentes maneras, dependiendo de la forma en que esté construida: rellenado mediante una pipeta o jeringa, con su propio mecanismo de llenado que funciona como un pistón o con un émbolo, o simplemente colocando un nuevo cartucho lleno de tinta dentro de su cuerpo (el más habitual y cómodo). Algunos modelos raros contienen en su interior tabletas de tinta que se disuelven en agua y luego se vierten en la estilográfica.

Cómo Limpiar o Desatascar una Pluma Fuente

Para mantener nuestra pluma en perfecto estado deberemos ajustar su limpieza al uso recibido o tras diversos accidentes. Un mantenimiento adecuado garantizará su correcta funcionamiento así como evitar posibles atascos.

Mantener el perfecto funcionamiento de una estilográfica

Aunque existen limpiadores especializados para plumas, al ser tinta con base de agua, la mejor manera es usar agua tibia (en los casos más desesperados, levemente jabonosa). Lo mejor es hacer uso de cierta presión en el interior ya sea mediante el bombeo de agua por el propio sistema de relleno de la pluma, haciendo uso de una jeringuilla o colocándola directamente debajo de un chorro de agua (teniendo en cuenta que los materiales lo aguanten).

Una pluma debe estar adaptada al uso de agua ya que la propia tinta la contiene. Sin embargo, las distintas partes de su anatomía pueden verse afectadas por la humedad. Por tanto, tras su limpieza, lo mejor es secarlas con cuidado y esmero con un tipo de papel absorbente que no deje residuos. Una vez terminada la limpieza, es mejor asegurarse y dejarlas sobre una superficie también absorbente durante unas horas antes de volver a usarlas de nuevo.

En casos de atascos persistentes se recomienda hacer uso de productos especializados o realizar el bombeo citado con una presión mayor. Otra posible solución es dejar sumergido durante cierto tiempo el plumín en agua tibia y volver a probar con el procedimiento habitual. Si en la limpieza seguimos encontrando residuos de tinta es señal de que está causando su debido efecto.